jueves, 6 de abril de 2017

¿Las preguntas que debo responder con ayuda de mi caballo?

Carta abierta.



Lo que me preguntas no es fácil de responder en un mensaje, como te podrás imaginar, pues el tema es complejo y tiene demasiadas facetas como para cubrirlas todas de manera clara en una sola respuesta. Además, está la dificultad de que para ti (como para mi y otros) este camino de los caballos es un proceso y no ocurre de un día para el otro, por cuanto hay cosas que tal vez en tu comprensión de hoy se te escapen y que recién en el futuro puedas asimilar como para tener en cuenta lo complejo de la situación en que viven los caballos de nuestro mundo. Me cuentas que tus caballos te llaman, te quieren, que se acercan a ti, que desean ser montados o curar a las personas... Los caballos se adaptan y buscan (casi te diría "instintivamente") la reparación vincular, la sincronía, la ausencia de malestar, etc. Se adaptan para sobrevivir y/o para "complacer" nuestras expectativas, nuestras demandas y nuestras órdenes. Eso puede ser confuso para interpretar sus actitudes o comportamientos.
Si quieres saber qué es lo que realmente quieren, sienten o necesitan, debes darles oportunidad de expresarlo y “garantías de respeto”. Algo que puede ayudarte en esto es pensar que “el caballo siempre tiene razón”, otra cosa que necesitas es darle tu comprensión y tiempo. La mayoría de los caballos han nacido sin esas condiciones y por esto necesitarán (al igual que nosotros) hacer un proceso para entender y sanar. Este proceso, en el mejor de los casos, puede llevarle un par de años
Muchos te dirán: “pregúntale a tu caballo, él sabe, él te dirá si le gusta”... Aquí es donde se explica porqué deberías saber algunas de las cosas que insisto en que debemos aprender. Antes de que puedas confiarte de sus respuestas y sus “mensajes” los caballos necesitan libertad, respeto y entendimiento de nuestra parte, pero por sobre todo tiempo para “sanar” su psiquis. Incluso a algunos caballos les llevará años recuperarse -muchos no llegan a recuperarse del todo de la indefensión aprendida y la gratitud “simpática inducida” (que sería algo así como el Síndrome de identificación de supervivencia)-, pero aun así deberíamos permitirles explorar su nueva condición de “vaca sagrada”, de animal “libre”, el tiempo suficiente para que vuelvan a ser caballos y, si es posible, junto a otros caballos.




Es por eso que se necesita mucha integridad y conocimiento de parte nuestra para aceptar con honestidad la realidad de cada situación particular.
La mejor manera de amarlos es estudiarlos para respetarlos y entenderlos. La más concreta forma de respetarlos (en principio) es no pedirles nada, no esperar que sean herramientas, terapeutas, o incluso “amigos”, solo dejarlos ser... Es una gran responsabilidad cuidar de otros y decidir qué es lo mejor para ellos. Si realmente te interesan los caballos, mi consejo es que esperes a conocerlos como realmente son.

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