viernes, 1 de enero de 2016

Balance y equilibrio o del Fetichismo en la equitación. I



Otra mirada sobre las cosas y los conceptos



A diferencia de lo que muchos suponen equitar, al ser una actividad que demanda un cuerpo y una voluntad humana por sobre la de un caballo, una fuerza que lo controle y lo domine, tiene muy poco o nada que ver con el equilibrio o el balance. Podemos mencionar la destreza que requiere menearse sobre un cuerpo violentado, mientras este se resiste, o solo el escaso equilibrio para balancearse en un cuerpo vencido que acata. Pero, la verdad, no puedo compartir ese modo emblemático con que generalmente se habla de balance y equilibrio.
Es sabido que no hay balance en una relación donde uno se impone al otro, ni equilibrio en donde es el jinete quien siempre ordena y el caballo quien siempre debe obedecer. Y es para perpetuar ese desequilibrio que todas la sogas, las riendas, monturas u otros adminículos son necesarios en esta actividad que involucra dos cuerpos, dos mentes y dos voluntades.

Los dispositivos y adminículos

Mañana ya, la sangre no estará
                        al caer la lluvia se la llevara
                        Acero y piel, combinación tan cruel...
                                                                                              Fragilidad , Sting




Sabemos que las cuerdas atan, y que la carne y el metal no se mezclan amistosamente; que solo los niños, los enfermos y los ancianos tienen, por lo general, la venia de pararse o sentarse sobre otro, valerse de él y de sus capacidades de equilibrio y su balance. Una aparato para sentarse en otro, se me presenta ligado a un destino de transporte o servidumbre. De pronto me vino a la mente esa situación de la película de Zhang Yimou sobre una campesina llamada Ju Dou, ¿la recuerdan?

En la China rural de los años veinte, un hombre mayor, propietario de una tintorería, compra a Ju Dou, una joven campesina, con la esperanza de que le dé un descendiente varón. Se niega a aceptar que es impotente y paga sus frustraciones con ella, golpeándola constantemente. Para poder controlarla y disponer mejor de su cuerpo se hace construir una silla de "montar" especial para su comodidad y el manejo de la joven esposa.


Imagen de la Pelicula Ju Dou


En fin, será porque todo acto sobre el cuerpo de otro, sin su participación o entrega voluntaria, está más cerca de la imposición y la violencia que del equilibrio y el balance.

Mi consejo es que, si quieres una relación sana, antes de pensar en una buena silla te asegures de que el otro quiere que estés encima de su cuerpo.

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